Naturaleza y solidaridad en el Festival Educacine
Naturaleza y solidaridad en el Festival Educacine
Las proyecciones han dado el pistoletazo de salida con El leopardo de las nieves, dirigido por Marie Amiguet, Vincent Munier, documental en el que un pequeño equipo viaja al Tibet en busca del animal al que alude el título. Mientras surge –o no– la oportunidad de vislumbrar su principal objetivo, muchos otros animales fascinantes aparecen ante sus ojos, como –entre otros muchos– los barales, los yaks salvajes, los antílopes tibetanos, los zorros y lobos, los osos o el bellísimo manul, felino peludo y muy salvaje parecido a un gato montés.
Ha comentado el film para los jóvenes asistentes José Antonio (Blas) de la Fuente, técnico en filmación de la Naturaleza y creador del canal Blasmania. El ponente ha entusiasmado a los chavales relatándoles cómo rueda lo más cerca que puede a los lobos. «Existen tres secretos para hacerse invisibles y que estos animales no te detecten enseguida», ha comentado. «Ellos se guían por tres sentidos, el olfato, el oído y la vista. Así que conviene no hacer ruido, y caminar siempre en contra del viento, porque en caso contrario pueden darse cuenta de tu presencia a un kilómetro y medio de distancia». Para que no le vean con facilidad, utiliza un traje de camuflaje con el que parece un arbusto. Uno de los asistentes se ha presentado voluntario para ponérselo, ante el entusiasmo de sus compañeros. Como colofón, De la Fuente ha relatado el momento en el que ha pasado más miedo, cuando un mastín le atacó porque pensaba que se iba a llevar una de las ovejas que cuidaba.
La jornada ha concluido con la proyección de La voluntaria, de Nely Reguera, que tenía previsto desplazarse al Festival Educacine, para comentar su película. Finalmente no ha podido estar, por encontrarse en pleno rodaje, pero ha enviado una grabación «Me gustaría contaros que la película la rodamos el año pasado, un equipo que mezclaba a griegos y españoles, por ser una coproducción. La rodamos con mucho cariño», explica la cineasta. «Rodamos en un campo de refugiados real, y todos los que hacen de refugiados lo son en la realidad. No son actores. Incluido Ahmed, el niño. Puedo daros una buena noticia, porque después del rodaje, tras tres años en Grecia y cinco en Turquía ahora viven en Alemania, están contentos, y el chico puede ir al colegio».
«Aunque hay muchos Ahmed por desgracia», concluye Nely Reguera. «Espero que os guste, y os invite a reflexionar al acabar la película sobre muchas cosas. Sobre todo acerca de si Europa se ha comportado bien con la crisis de los refugiados, y cómo inevitablemente nuestro estado emocional afecta a la forma en la que entendemos el altruismo».