Cuarta entrega de Educacine. Casi nada. Ya nos consideramos curtidos a la hora de presentar esta nueva edición de este Festival Internacional de Cine y Educación de Madrid, iniciativa surgida de las sinergias entre decine21.com y Magisterio. De modo que aquí llega una propuesta más de películas que combinan su buena realización artística y técnica con el abordaje de contenidos capaces de ensanchar la mente y el conocimiento de estudiantes y profesores. Con la seguridad de que contamos con la atención de toda la comunidad educativa, y con la ayuda de las instituciones, un puñado de patrocinadores y colaboradores que vuelven a confiar en nosotros, a ellos, por supuesto, mi más honda gratitud.
Debemos cultivarnos, regar nuestro entendimiento, aumentar nuestra formación cultural, crecer en espíritu crítico con el fundamento de unas buenas raíces, y un tronco vigoroso que pueda dar buenos frutos. Es la idea que ilustra el cartel de este cuarto festival.
Las películas nos aportan ideas, contribuyen a que nos hagamos preguntas, nos proporcionan algunas respuestas. No, por supuesto, todas las respuestas, que irán surgiendo a través de muchas contribuciones, el estudio, la literatura, los viajes, la creatividad, las amistades, la solidaridad, la acogida del otro, etc. Pero está claro que el cine nos hace viajar a épocas, lugares, ambientes, no frecuentados antes, lo que ayuda a configurar una visión más amplia y rica del mundo que nos rodea, sin simplezas o reduccionismos, o miedos paralizantes ante los aspectos más oscuros del ser humano, que no se pueden negar, pero que no pueden anclarnos en la inacción.
Las diez películas que configuran el festival las hemos distribuido en diferentes secciones que faciliten entender el planteamiento que ha guiado la programación, aunque por supuesto, todas pueden enlazarse con distintas asignaturas y claves educativas, que proporcionamos junto a la información de cada título. De modo que hablamos de libertad y los condicionamientos que pueden limitarla, de la necesidad de cultivar los propios talentos, de la armonía que debe existir entre el cuidado del cuerpo y el espíritu, de la crisis, no sólo financiera, que sacude al mundo mundial. Y también volvemos a reivindicar la cultura cinematográfica, tan importante en una sociedad en que a veces parece que sólo existen los estrenos del último año, con la selección de un clásico
maravilloso.
José María Aresté
Director del Festival